Programa de Gobierno de la Ciudad de México 2019-2024
Participa en la construcción de una Ciudad de innovación y derechos.
4. Ciudad de México, Capital Cultural de América
La Ciudad de México, es por excelencia una ciudad pluriétnica, pluricultural y con un entramado complejo de relaciones sociales donde la diversidad de ideas y manifestaciones convergen en un espacio territorial muy limitado.
Frente a este reto, el nuevo Gobierno de la Ciudad de México, partirá de la obligación de hacer realidad el ejercicio y garantía de los Derechos Culturales consagrados en la nueva Constitución de la ciudad. En apego a este principio, la cultura deberá entenderse como un espacio abierto para todas y todos y un campo para construir y expresarse desde la autonomía y la libertad creativa.
En este sentido, se garantizará el derecho a elegir y manifestarse sin censura y a que toda identidad cultural sea respetada. Se buscará abrir todas las formas de acceso al conocimiento de la diversidad cultural y las expresiones artísticas; el objetivo es que todas y todos, podamos participar en la vida cultural utilizando el espacio público como escenario democrático.
A pesar de la riqueza patrimonial que tiene la ciudad, no existe equidad para todos los habitantes respecto al acceso y disfrute de las expresiones culturales o en el desarrollo de oportunidades para el ejercicio de las artes. Parte del problema está asociado con la distribución territorial de las políticas culturales. Esta corresponde a las primeras etapas de crecimiento de la ciudad, por lo que las zonas periféricas tienen dificultades para acceder a los bienes y servicios culturales.
En este marco de gran riqueza y diversidad, amplios sectores de la población de la ciudad no gozan de los beneficios de la cultura de calidad. Ante los problemas de desescolarización, los jóvenes viven un acceso limitado en sus derechos culturales debido a los inadecuados mecanismos de difusión que permitan mejorar la calidad de los bienes y servicios culturales producidos en la ciudad.
Al respecto, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, realiza anualmente 15 mil actividades artísticas y culturales para una población de un millón y medio de habitantes, lo que representa un 22% de la población total de la ciudad. A su vez, concentra 5% de la infraestructura cultural, destacando, cuatro Teatros, seis Fábricas de Artes y Oficios, una Fábrica Digital, cuatro Centros Culturales, seis Escuelas, siete recintos museísticos, la Casa Rivas Mercado y la Casa Refugio Citlatépetl.
El establecimiento de los derechos culturales en la Constitución Política de la Ciudad de México fortalece procesos de recuperación de los espacios públicos y el desarrollo de condiciones civilizadas de convivencia, así como el derecho a la memoria y al acceso y disfrute universal de bienes culturales. Estos procesos ayudarán a cumplir con una de las expectativas sociales más anheladas, la apropiación ciudadana de la ciudad, su disfrute y rememoración.
Las políticas culturales en la presente administración fortalecerán un atributo fundamental de la cultura: su capacidad de construcción de comunidad. Los sectores sociales menos favorecidos, los ubicados en contextos de marginalidad y exclusión, demandan su propio reconocimiento, así como el fortalecimiento de sus capacidades, que les permitan acceder a mejores niveles de bienestar. Políticas culturales orientadas hacia este fortalecimiento, implican una intervención en las comunidades marginadas. Estos sectores desatendidos por las políticas culturales de la “alta cultura” y atendidos por la “cultura de masas”, tienen un potencial latente de desarrollo que puede desatar un proceso de construcción comunitaria que exprese y reconozca su identidad y fomente su creatividad.
La creación de nuevos programas culturales y la ampliación del presupuesto de la Secretaría de Cultura permitirán, en el corto plazo, que las actividades culturales promovidas por el gobierno estén presentes en todos los espacios disponibles. En lo inmediato, esto permitirá ocupar el espacio público para la cultura, recuperando espacios de convivencia y esparcimiento. También se fortalecerá la colaboración entre la comunidad cultural y el Gobierno de la Ciudad, con la participación de cientos de creadores y promotores culturales en la realización de festivales y otros programas de fomento cultural.
Los principios orientadores de la política cultural son:
-Reconocimiento y protección de los Derechos Culturales
-Promoción de marcos normativos de participación ciudadana
-Solidaridad y cooperación entre diferentes actores y órdenes de gobierno
Objetivo general
Introducir una nueva política que reoriente el trabajo de la Secretaría de Cultura y las Alcaldías, con el fin de apoyar, de manera coordinada e integral a la comunidad que participa de la vida cultural de la ciudad, y promover de forma efectiva la inclusión de quienes por diversas circunstancias se encuentran excluidos de los derechos culturales.
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