Plan General de Desarrollo de la Ciudad de México
Ciudad de derechos y derecho a la Ciudad
6.1 Diagnóstico
En la Ciudad de México se busca que sus habitantes ejerzan sus derechos y garantías de manera efectiva, práctica y transparente, al fomentar políticas de conectividad y con acceso universal y seguro al internet en los espacios públicos, mediante mejores condiciones tecnológicas y el uso de las últimas tecnologías de la información y comunicación. Al día de hoy se requiere de una actuación efectiva desde el Gobierno de la Ciudad de México, que facilite el acceso público y abierto a plataformas de información; el desarrollo y consolidación de redes de conectividad que ayuden a superar las desigualdades territoriales para acceder a infraestructura digital.
Actualmente existen las condiciones tecnológicas para aumentar la cantidad de usuarios de internet y aprovechar las habilidades de los jóvenes para explorar y hacer uso de las tecnologías de la información y comunicación. Para ello se requiere de una actuación efectiva desde el gobierno de la ciudad, que facilite el acceso público y abierto a plataformas de información; el desarrollo y consolidación de redes de conectividad que ayuden a superar las desigualdades territoriales en acceso a infraestructura digital, y sobre todo promover el desarrollo de capacidades y habilidades entre las niñas, niños y jóvenes para el uso efectivo de tecnologías; sólo a partir de acceso abierto, garantía de uso y formación de capacidades se avanzará en la construcción de comunidades más informadas, participativas y seguras.
La brecha digital que prevalece en la Ciudad de México, comparada con otras ciudades del mundo, demanda de acciones para facilitar el acceso universal, el uso efectivo y el desarrollo de aptitudes sociales para la efectiva apropiación de la tecnología por la sociedad. Si se tienen en cuenta los criterios internacionales (inegi, 2016) para evaluar el nivel de accesibilidad, uso y habilidades en el uso de las herramientas digitales de información y comunicación, se registra que en el año 2016 la Ciudad de México alcanzó un índice de 5.78 con respecto a 10 puntos, que si bien está por encima de la media nacional, está muy por debajo de los estándares de otras ciudades del mismo nivel de desarrollo. En el ámbito urbano de la Ciudad de México cerca del 80% de los hogares tienen acceso a internet, mientras que en las zonas rurales apenas el 33% de la población tiene acceso a ese servicio; al tiempo que prima el uso de telefonía celular por encima del uso de computadora, lo que condiciona el acceso a internet a los criterios comerciales de los prestadores del servicio telefónico.
Actualmente, la Ciudad de México cuenta con 13.694 puntos con conectividad gratuita a internet a 100 Mbps de velocidad en los que se pueden realizar cualquier actividad desde un dispositivo electrónico con la seguridad de que su información y datos personales están seguros. Esta iniciativa fue galardonada por la Unión Internacional de Telecomunicaciones en 2020 en la Cumbre Mundial de Tecnologías de Información (wsis) como el mejor proyecto de conectividad en el mundo, lo que reconoce a la provisión de conectividad gratuita para todas y todos los habitantes de la ciudad, como un primer paso en la labor de disminuir la brecha tecnológica y disminuir la desigualdad.
En PDF: Ciudad de México. Conectividad gratuita a internet (13.694 puntos)
Fuente: Gobierno de la Ciudad de México. Agencia Digital de Información Pública (2020)
Si se tiene en cuenta el grado de desarrollo de tecnologías de la información y comunicación en la ciudad, la apropiación del quehacer digital por parte de la población tendrá que ocurrir a partir de la incorporación de las innovaciones tecnológicas en el ámbito productivo, económico y gubernamental. En ese sentido se requiere una política que promueva el acceso, uso y creación de capacidades para el uso de las tecnologías de la información y comunicación, al tiempo de alinear los criterios comerciales de los prestadores de servicios de telecomunicaciones a las necesidades reales de la economía de la ciudad y sus habitantes. Fuente: Gobierno de la Ciudad de México. Agencia Digital de Información Pública (2020)
En este sentido, se tendrá que mejorar la penetración de internet (número de usuarios con respecto al total de la población), para alcanzar niveles del orden del 80%, similares a los de otras ciudades de igual nivel desarrollo, y brindar condiciones para que la aportación del uso de las tecnologías de información y comunicación en la generación de riqueza se eleve al menos al 4% del pib, al superar el 1% del pib que se registra a la fecha.
Para que la ciudad se transforme en un espacio de innovación al servicio de la ciudadanía, es necesario superar los problemas de normatividad obsoleta, falta de capacidades, ausencia de mecanismos de planeación y una deficiente interconexión entre dependencias que ha provocado condiciones de saturación, lentitud y corrupción en los procesos y trámites administrativos, con un impacto negativo en la atención a la población, deficiente ejercicio de gobierno y poca transparencia en la gestión pública. El marco normativo vigente de la Ciudad de México está conformado de aproximadamente 2,500 regulaciones expedidas sin un análisis de impacto regulatorio; es decir, sin ser sometidas a un proceso de consulta pública que permita conocer si dichas regulaciones contemplan beneficios superiores para la ciudadanía que los costos de cumplimiento, así como identificar la problemática de sobre-regulación que existe a la fecha, además hace falta un programa oficial que atienda la necesidad de capacitación y profesionalización en materia de mejora regulatoria, que permita mejorar trámites y servicios en beneficio de los ciudadanos.
A la fecha se reconocen avances en la reducción y digitalización de trámites, al simplificar de un total de 1998 a 966 trámites, al homologar procesos y habilitar ventanillas únicas digitales de trámites relacionados con la construcción, los establecimientos mercantiles, para personas con discapacidad, así como para incentivar la inversión en proyectos especiales. El reto de la ciudad es que en 20 años se haya avanzado en la mejora regulatoria y concluido el proceso de digitalización del 100% de los trámites y servicios.
Respecto a las acciones de contacto y atención ciudadana, la ciudad enfrenta problemas de dispersión en los mecanismos de captación de las demandas de sus habitantes a las diferentes áreas de gobierno. Los ciudadanos siguen sin conocer o tener acceso a los mecanismos para solicitar servicios o presentar demandas, por lo que se requiere simplificar y modernizar los procesos que faciliten el contacto con los ciudadanos y garanticen la atención integral y de calidad a la población.
La construcción de una ciudad digital implica reconocer que en el mundo se generan cantidades cada vez mayores de datos y la naturaleza de las ciencias de la computación cambia, con un número creciente de aplicaciones digitales basadas en la inteligencia artificial y la computación que usan de manera intensiva cantidades ingentes de datos; para responder de manera eficiente a la modernidad tecnológica se deben aprovechar las capacidades científicas y tecnológicas que a lo largo de muchos años se han construido en la ciudad.
Actualmente hay condiciones para que en el mediano plazo la Ciudad de México sea reconocida como un hub tecnológico e innovador con infraestructura para soportar capacidades de cálculo y científicas requeridas para el desarrollo económico y social, al aprovechar las sinergias con el ecosistema de ciencia, tecnología e innovación para contribuir a la soberanía tecnológica de la capital de la República.
Uno de los retos centrales de la era digital es el acopio sistemático de información como bien estratégico; con base en ello se pueden tomar decisiones diversas en tiempo real, administrar recursos en campo y reaccionar de manera coordinada tanto a eventos cotidianos, recurrentes y masivos. La Ciudad de México cuenta con un Centro de Comando, Control, Cómputo y Comunicaciones que captura información por distintas vías. El rápido avance de la tecnología hará necesaria mantener un proceso permanente de renovación para garantizar un servicio óptimo y mantener la cobertura de comunicaciones, con el fin expreso de brindar atención ciudadana adecuada y oportuna.
La clave para brindar un servicio eficiente a la población es la coordinación interinstitucional entre dependencias. Se define a la coordinación como el nodo de vinculación entre la captación de información por distintos medios y la reacción y atención en campo, para lo cual se requiere, a su vez, de capital humano debidamente capacitado en protocolos de atención a la población en general y a poblaciones vulnerables en lo particular. Se toma en cuenta la complejidad y riqueza de la vida cotidiana de la Ciudad de México, por lo que es necesario diversificar los servicios de atención, seguimiento y comunicaciones de incidentes para dar cobertura a eventos en materia de seguridad pública, protección civil, atención pre-hospitalaria y otros servicios públicos que modernicen la gestión urbana en su conjunto.
La mayor riqueza de la Ciudad de México son sus ciudadanos, por ello se requiere destinar mayores recursos a las tareas de formación e investigación para que cada vez más jóvenes se dediquen a la generación de conocimiento científico y su aplicación en las áreas de mayor potencial para el desarrollo económico, social y cultural de la ciudad. Una ciudad de innovación y conocimiento sólo puede surgir de una sociedad vital que promueva el aprendizaje a lo largo de la vida y la creatividad de los jóvenes, en contraposición a la situación actual en la que se les margina y criminaliza.
Para la Ciudad de México es momento de aprovechar todo el potencial creativo existente en las instituciones que se asientan en la ciudad. La presencia de instituciones académicas y de investigación entre las que destacan la Universidad Nacional Autónoma de México (unam), el Instituto Politécnico Nacional (ipn), la Universidad Autónoma Metropolitana (uam), el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del (cinvestav), la Universidad Iberoamericana (ibero), el Instituto Tecnológico Autónomo de México (itam), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (itesm) y los distintos Centros Públicos de Investigación del Sistema conacyt con sede en la Ciudad de México. Con la alianza y colaboración de los centros generadores de conocimiento será posible construir redes de investigación y desarrollo que ayuden a resolver los problemas complejos de la ciudad, garantizar la transferencia exitosa y plena apropiación del conocimiento por parte de la población.
Hoy, y pese a la infraestructura educativa existente, la incorporación de científicos y tecnólogos ha sido insuficiente para alimentar un ecosistema de ciencia y tecnología sano y que atienda las necesidades de la ciudad. Uno de los principales motivos ha sido la imposibilidad de atraer y mantener a los nuevos investigadores en el ámbito nacional y local. Muchos de los egresados de las universidades asentadas en la ciudad refuerzan sus conocimientos en otras instituciones educativas fuera del país, pero no cuentan con incentivos para regresar a la Ciudad de México y contribuir a su desarrollo; por tal motivo se requiere de un programa intensivo de recuperación de nuestros científicos, tecnólogos y otros creativos que les garantice estabilidad laboral y condiciones dignas y competitivas para el trabajo intelectual.
Así mismo, es necesario fortalecer los vínculos con el sector privado y social para generar productos y servicios que realmente respondan a las necesidades colectivas y generar desarrollos científicos y tecnológicos innovadores. Sólo mediante la colaboración entre las instituciones públicas, los centros de investigación, las empresas y la sociedad, será posible construir una sociedad innovadora y basada en conocimiento.
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